Ser mujer es mi valía
Honor a quien honor merece, en eso pienso al recordar a las mujeres que me anteceden, sin su esfuerzo, que sería de la vida de aquellas que querían estudiar, pensar, mantenerse a sí mismas, a pesar de que la sociedad se los prohibía.
En aquellos años, ¿quién se atrevería? a cuestionar una cultura que nos diferenciaba, por una razón que el cuerpo femenino podía darse a sí mismo por una noble labor, dar nueva vida al mundo, qué difícil misión, más si debía hacerlo sola, en completa sumisión.
En la historia hubo un cruel engaño, hacer pasar por cotidiano, la opresión que se vivía en el ámbito privado, enseñarnos que el amor todo lo podía, sin hacernos ver que puede ser una trampa mortal, que se requiere autonomía económica para que sea más sencillo cortar cualquier atadura en el campo emocional.
En el anonimato quedaron muchas, que los estereotipos querían desafiar, porque el trabajo remunerado y el voto, fueran decisiones que por sí mismas pudieran tomar.
Muchos años han pasado y algunas cosas han logrado mejorar, gracias al legado de las ancestras que no se cansaron de luchar, muchas de ellas dieron su vida, por derechos que hoy podemos disfrutar, hablar en público, ser electas y votar, en estos actos se materializan sus sueños de libertad.
Hoy en día la lucha continua y es algo que no se puede negar, hoy trabajo para que el sexismo no invisibilice la creatividad, la valentía, el pensamiento disidente que transforma la realidad, hacia un espacio anhelado donde mujeres y hombres vivan en equidad.
Hoy es el día de la mujer, esto no es motivo de celebrar, Sino alzar la voz y despertar consciencias de que aún queda camino por andar. Mientras haya mujeres oprimidas, violentadas, sin conocimiento de su potencial, hasta que las desigualdades no se hayan superado, no se puede descansar.
Hasta que la sociedad no nos haga elegir, entre ser una gran lideresa, ser esposa o ser mamá, sino que brinde todas las oportunidades para conciliar la vida privada, la política, el trabajo remunerado y cualquier proyecto que queramos realizar.
Ese es mi mayor deseo, no pasar en vano por la humanidad, asumir este capítulo de la historia con el mayor compromiso y responsabilidad, sabiendo que di mi mayor esfuerzo por hacer del mundo un mejor lugar.
Ser mujer es mi valía, es un orgullo representar, a las que mucho tiempo llamaron el sexo débil, sin siquiera imaginar la resiliencia y valentía de mis compañeras, las que murieron, las que están activas y aquellas que se sumaran al llamado de sus sueños, sus metas alcanzar, no solo para sí mismas, sino para las niñas, anhelando que se puedan desarrollar en una sociedad donde nacer mujer no sea sinónimo de riesgo y se cambie la estadística letal, por un espacio más ameno donde podamos vivir en paz.
Autora
Daniela Ríos Alfaro
Secretaria Adjunta de la Mujer de ANDE
Fuente: ANDE
