Hoy se cumplen 7 años del secuestro y femicidio de Micaela García por Sebastian Wagner, quién ya había sido condenado a 9 años de prisión por la violación a dos mujeres. Este caso expuso la falta de perspectiva de género en los tres poderes del Estado.
Micaela era estudiante de Educación Física y militante del campo nacional, popular y feminista. Su papá, Néstor “Yuyo”
García, dijo que su hija “representaba el inconformismo permanente sobre las cosas que están mal y la voluntad de redoblar la apuesta para transformarlas”.
Gracias a la lucha de sus seres queridos principalmente y de los movimientos feministas, organizaciones sindicales, y políticas hoy existe la Ley Micaela que establece la capacitación obligatoria para quienes se desempeñen en la función pública. Como órgano de aplicación la Ley Micaela tiene la responsabilidad de llevar adelante las capacitaciones en los tres poderes del Estado.
Esta política apunta a la prevención de las violencias por razones de género y se inspira en las convicciones, sueños y luchas de Micaela.
Desde CTERA en el marco de la CTA T se llevó y lleva adelante la «Micaela Sindical» ya que es bandera inclaudicable de nuestra Confederación.