Este 25 de noviembre, se conmemora el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, una efeméride que se escogió en homenaje a las tres hermanas Mirabal (Patricia, Minerva y María Teresa), conocidas también como “Las Mariposas”, activistas políticas asesinadas el 25 de noviembre de 1960 en la República Dominicana. En 1999, la Organización de Naciones Unidas dio carácter oficial al día y, con motivo de esta conmemoración, en ASPU, como sindicato de profesoras y profesores, denunciamos nuevamente la grave situación en la que se encuentran un gran número de mujeres en el país y la plaga social que es la violencia contra las mujeres, tanto en Colombia como en todo el mundo. Así, por ejemplo, las cifras son claras: En el año 2021, Medicina Legal reportó 40.058 casos de violencia intrafamiliar cuyas víctimas fueron mujeres y el Observatorio de Violencia contra la Mujer y la Fundación Feminicidios Colombia, reporta 267 mujeres víctimas de ese delito durante el 2021 en Colombia. De acuerdo con Fundación Feminicidios Colombia, la cifra actualizada de mujeres víctimas de feminicidio consumado en Colombia al 30 de junio de 2022 es de 140.
Desde la Secretaría de Género y Diversidad sexual, etaria y cultural de ASPU recordamos que la violencia contra las mujeres es un atentado contra los derechos humanos y la dignidad de las personas, una injusticia sistémica que impide a la sociedad seguir avanzando por la senda de la democracia, del bienestar y de una buena vida. Y, aunque en los últimos años, como sociedad, cada vez hemos tomado más consciencia sobre la necesidad de erradicar la violencia que se ha ejercido históricamente contra las mujeres, todavía falta mucho por recorrer en esta lucha, pues persiste una cultura machista y patriarcal que atraviesa todas las esferas de la vida, desde lo familiar hasta lo educativo, desde las relaciones sexoafectivas hasta las relaciones laborales.
La lucha continúa, pues todavía en nuestras calles, en nuestros campos, en nuestras ciudades o en nuestros campus universitarios encontramos violencias basadas en género que roban la dignidad, la alegría, la autoestima e, incluso, la vida a muchas mujeres. Por este motivo, durante el 2022, han sido muchas las universidades del país que se han movilizado para denunciar las violencias basadas en género en las aulas, así como para rechazar las persecuciones contra feministas y activistas de diversidades sexuales que han abanderado la protesta.
Desde el colectivo de mujeres que participamos en la Secretaría de Género y Diversidad sexual, etaria y cultural de ASPU, hacemos un llamamiento para que todas y todos nos comprometamos y asumamos una responsabilidad compartida en la lucha contra las violencias machistas y patriarcales en las universidades, denunciando las agresiones a las mujeres y las violencias basadas en el género, apoyando a las víctimas, no permaneciendo en silencio ante la violencia y transmitiendo a las generaciones futuras, por medio de una educación en valores, el respeto a la igualdad de mujeres y hombres. La lucha contra la violencia de género es una tarea común de mujeres y hombres y solamente a través de nuestra transformación como sindicalistas, como maestros y maestras y como ciudadanos y ciudadanas podremos erradicar definitivamente esta terrible injusticia. Si tocan a una, nos tocan a todas.