Mujeres y disidencias tomamos las calles una vez más, porque defender nuestro derecho a vivir una vida plena y libre de violencias es urgente y es una cuestión de Derechos Humanos.
Derechos Humanos que son violentados por discursos de odio y prácticas institucionales que nos vulneran, por la falta de políticas públicas que incorporen la perspectiva de género.
Porque la invisibilización, exclusión y violencia extrema se vive a diario en las calles, barrios, ciudades, en nuestras casas, en nuestros trabajos, en entornos virtuales. 2022 es el año con más femicidios de la década y ante eso gritamos ¡BASTA!
Este 25 de noviembre marcharemos juntas, reconociendo la potencia de nuestra diversidad.
Fuente: FUM-TEP